Detergente líquido, lavanda

Para todos los textiles de algodón, lino, cáñamo y tejidos mixtos.
Los ingredientes tensioactivo de azúcar y sulfato de alcohol de coco son los agentes de limpieza más fácilmente biodegradables y amigables con la piel, además del jabón. Son menos sensibles a la dureza del agua, por lo que este detergente líquido se ha demostrado especialmente eficaz en agua dura.

Solicitud:
"Añadir el ablandador en el compartimento de la lavadora y el detergente en la bola dosificadora directamente en el tambor."

Areas de aplicación:
Para ropa de color y blanca de algodón, lino, cáñamo y tejidos mixtos; 30–95 °C

Declaración del producto:
Jabón de aceite de colza/aceite de girasol de cultivo biológico controlado 5–15%
surfactante de azúcar 5–15%
Sulfato de alcohol de coco 5–15%
Alcohol vegetal (etanol) 1–5%
Aceite de ricino sulfatado <1%
citrato <1%
Aceite esencial de lavanda natural de cultivo biológico controlado <1%
Bálsamo de Gurjun <1%
Adiciones balsámicas de cultivo biológico controlado/recolección silvestre <1%           
Agua, agitada al 100%
 
Lista de ingredientes según EC 648/2004:
Aqua, Jabón de Potasio*, Alquilpoliglucósido C8–16, Sulfato de Alcohol Graso de Sodio C8–14, Alcohol, Aceite de Ricino Sulfatado, Citrato de Potasio, Perfume* (fragancia), Linalool*, Balsamum Dipterocarpi
*certificado de cultivo orgánico

Origen y propiedades de los ingredientes:
El jabón, el tensioactivo de azúcar y el sulfato de alcohol graso actúan de manera complementaria y sinérgica en este detergente líquido. Para el jabón, se utiliza aceite de colza/aceite de girasol de cultivo biológico controlado en un proceso especial de saponificación, sin aporte de calor externo, con la ayuda de hidróxido de potasio. El jabón como sustancia activa para lavar reúne de manera única todas las propiedades necesarias para el proceso de lavado: humectación de la suciedad, disolución de la suciedad y transporte de la suciedad. En este efecto, el jabón se ve potenciado por el tensioactivo de azúcar y el sulfato de alcohol graso, que se obtienen a partir de materias primas vegetales puras como el azúcar, el almidón y la grasa de coco mediante transformaciones químicas con la ayuda de ácidos. Al mismo tiempo, esta combinación elimina la desventaja del jabón, que es la formación de jabón de cal, que puede depositarse en la ropa si la dosificación del ablandador no es precisa. El alcohol, que se obtiene mediante la fermentación del almidón vegetal, sirve para mantener el detergente en estado líquido y permite así una alta concentración de sustancia activa para lavar. El aceite de ricino sulfato, también llamado aceite de rojo turco, se obtiene mediante la reacción del aceite con ácido sulfúrico. Aumenta el poder disolvente de grasa del detergente.

Característica del producto:
El método especial de ahorro de energía en la saponificación, el uso de aceites de cultivo biológico controlado y una relación de precio a rendimiento de lavado especialmente favorable para detergentes líquidos son las características destacadas de este producto.

Proceso de dar un título:
Ecogarantia
CSE
Sociedad Vegana

Datos técnicos:
Densidad: (20° C), aprox. 1,02 /cm³
pH:  (20° C), (5 g/l H2O)  ca. 8,5 – 9,5
A temperaturas por debajo de 10-15° C, el producto cambia y se vuelve un poco más sólido y turbio, lo cual desaparece al calentarse, posiblemente con un ligero agitado.

Ecología:
Biodegradación:
El jabón a base de aceites vegetales tiene la particularidad, en comparación con todos los demás tensioactivos, de que inmediatamente después de su uso se combina con la cal, que siempre está presente en las aguas residuales, formando jabón de cal, y de este modo se neutraliza en su efecto tensioactivo sobre los organismos acuáticos (descomposición primaria). El jabón de cal es entonces descompuesto rápidamente al 100 % por microorganismos en dióxido de carbono y agua (descomposición secundaria).
En el proceso de fabricación de tensioactivos de azúcar, sulfato de alcohol de coco y aceite de ricino sulfatado, se extraen de las materias primas vegetales partes de almidón, azúcar y grasa, que sin embargo permanecen completamente intactas en su estructura natural. Por lo tanto, para los microorganismos es relativamente fácil descomponer estos tensioactivos completamente al 100 %.
El jabón, tensioactivos de azúcar, sulfato de alcohol de coco y aceite de ricino sulfatado se consideran fácilmente biodegradables según la OECD.